¿Quién es Jordi Cano?
Cada mañana me pregunto lo mismo, pero
diría que soy una persona feliz y afortunada. Mi tozudez y el buscar
siempre el lado bueno de las cosas son mis dos rasgos característicos.
Tengo facilidad para empatizar con la gente de forma natural, lo que me
permite ser un todo terreno, elemento que me ha ayudado tanto en el
ámbito personal como en el profesional.
Además, me encanta el
deporte, la montaña, la buena comida, el buen cine y en especial sus
bandas sonoras, lo que me hace disfrutar de muy buena música.
En tu caso estudiar derecho era algo casi inevitable. ¿Por qué te especializaste en el ámbito de la empresa?
Dedicarme a la abogacía me permitió iniciar mi carrera profesional en el despacho familiar aprendiendo de los mejores.
La
dedicación al ámbito de la empresa ha ido surgiendo por mi propia
trayectoria profesional. Empecé en el ámbito de la Responsabilidad Civil
y ahí fui especializándome, aunque constantemente estoy ampliando,
aprendiendo y progresando para seguir creciendo. Entender y dar
soluciones al cliente es lo más gratificante de esta profesión.
¿En qué te inspiras para poder realizar bien tu trabajo?
En
el propio cliente. Intento hacer míos sus problemas. Conocerlo es
fundamental. Por otro lado, me inspiro en la contraparte (si la hay),
trato de pensar en qué haría yo en su caso para preservar los intereses
del cliente.
¿Qué parte de tu trabajo te gusta más?
Claramente
los juicios, es donde puedo desarrollar todas mis aptitudes. Un juicio
es como un animal vivo y nunca puedes ir con un planteamiento cerrado.
La capacidad de adaptación y respuesta a las dificultades que se van
planteando a lo largo de un juicio es vital y muy estimulante. Como me
dijo mi padre, el día en que entre en un juicio sin nervios será que no
estoy preparado para el envite.
La justicia en general, se asocia con procedimientos lentos. ¿Crees que es posible cambiar este concepto?
Hay
de todo. La justicia es lenta y desgraciadamente seguirá siéndolo,
aunque hay que matizar que hay muchos factores que hacen que todo se
ralentice: el juzgado que se asigna a la causa, el juez, la motivación
de los funcionarios…por no hablar de las causas ajenas al juzgado que
pueden entorpecer el curso de las cosas. Evidentemente que no se puede
privatizar la justicia, pero si fuera el caso, tal vez tendríamos una
solución.
¿Qué crees que sería necesario reformar para mejorar un poco más el sistema judicial español/ catalán a nivel de las empresas?
Sin
duda alguna la eliminación completa de las tasas judiciales que
actualmente siguen en pie para empresas. El acceso a la justicia debería
ser siempre gratuito y con la existencia de las citadas tasas, en
muchos casos, se ahoga a las personas jurídicas.
¿Cómo empezaste a trabajar en OptMedia?
A
través de un gran amigo de la Universidad, Jordi Alert, con quién
colaboro desde hace años. Me comentó que en OptMedia necesitaban un
abogado, mantuve una reunión con Pablo Parra en la que hubo buen
feeling. De esto hace ya casi cinco años y la sintonía no ha hecho más
que ir en aumento.
¿En el ámbito legal también aplicáis técnicas de marketing?
Por
supuesto. Al margen de que como cualquier profesional sea parte
fundamental de mi trabajo venderme de cara a futuros clientes, creo no
equivocarme si digo que incluso en un juicio uno debe seducir más que su
oponente y eso es marketing puro.
¿Qué puntos en común destacarías entre el marketing y el derecho?
Siguiendo
con la dinámica anterior. Convencer es tal vez la parte más importante y
personal para un abogado. Las leyes son las mismas para todos y eso
hace que donde debas destacar sea en el apartado de vendedor de ideas.
Si consigues que un juez te escuche más que a la otra parte tienes más
números de que tu visión la compre si la duda existe.
¿Cómo desconectas después de un día de duro trabajo?
Conseguir
desconectar es muy sencillo para mí: ir a jugar un partido de fútbol,
tras ello una buena cena y después ver una película, preferiblemente de
ciencia ficción…y ni me acuerdo del trabajo.
¿Qué personaje histórico te hubiera gustado ser?
Sin duda, Walt Disney. Fue un genio como soñador y empresario, algo casi imposible de conciliar.
¿Qué canción o banda de música es tu favorita? Y ¿Por qué?
Me
encanta la canción When you wish upon a star interpretada por Louis
Armstrong. Porque es una pieza que me marcó desde muy pequeño y en la
voz de Armstrong se hace más intemporal. Además, la melodía es bellísima
y aparece muy sutilmente en mi película favorita: Encuentros en la
tercera fase de Steven Spielberg.
En cuanto a una banda o grupo
musical tengo más preferencia por un compositor: John Williams. Porque
ha elaborado una gran cantidad de bandas sonoras en las que se combinan
dos elementos que me fascinan: la fantasía y la música sinfónica.